JHASUA EN EL TEMPLO DE
JERUSALÉN (A los 12 años) (1ª parte del
archivo)
...Pocos momentos
después entraban el Templo, que brillando todo como una llama viva,
y con sus atrios y pórticos atestados de gentes que lucían sus
mejores túnicas y ricos mantos y turbantes, presentaba un aspecto
fantástico y solemne.
La exaltación
religiosa de Jhasua continuaba subiendo de intensidad.
Estaba seguro de ver allí entre aquella radiante luminaria,
la faz divina de Jehová. Y el niño se estremecía
de entusiasmo.
Pero grande fue su
espanto cuando en vez de la visión de Dios que esperaba, se encontró
con una horrible carnicería, un feroz degüello de toros, terneros,
carneros indefensos, corderillos y blancas palomas que aleteaban
espantadas, mientras se les llevaba en montones a los altares de los
sacrificios.
Y los Sacerdotes
armados de grades cuchillas, aparecían con sus ropas y sandalias
mojadas de la sangre que corría desde los altares por tubos de
bronce incrustados en el muro, y que iban a vaciarse a una piscina
de mármol construida en un patio interior rodeado de galpones o
estancias, donde sobre grandes mesas de piedra se iban depositando
las reses ya descuartizadas y listas, para el reparto a la numerosa
familia sacerdotal, que era quien podía, según la ley, aprovecharse
de aquellas carnes aún humeantes.
Joseph y Myriam, en su
calidad de Esenios, no podían ofrecer holocaustos de animales sino
de frutos de la tierra, y ellos entregaron su ofrenda de harina,
aceite, vino y miel, según acostumbraban.
-¡Madre! ? murmuró
Jhasua al oído de Myriam, cuando pudo dominar el
espanto y horror que le causó la degollación de los animales y los
altares por donde corría la sangre. ? Madre...yo te digo que aquí no
está el Padre Celestial.
-¿Por qué hijo
mío?...
-Porque El no gusta de
ofrendas de sangre y de muerte, sino de amor y de vida.
-¡Calla...tú no sabes
lo que dices!
-Salgamos de aquí que
me ahogo!...Y soltándose de las manos de su madre echó a correr
rápido como un cervatillo asustado, hacia donde resonaban los laúdes
y las voces de las doncellas que cantaban salmos, en una de las
naves del Templo y en dirección opuesta a la del altar de los
sacrificios. Para ello, debió atravesar el Templo
y como estaba lleno de gentes, Myriam le perdió de vista por más
esfuerzos que hizo para seguirle.
Tropezó con un joven
Levita que iba al atrio de los incensarios para reavivar el fuego
del suyo que se apagaba por falta de aire. Era de
los Levitas Esenios y conocía de vista a Jhasua.
-¿A dónde vas
tan de prisa que pareces un fugitivo? ? le
preguntó.
-Ese vaho de sangre y
de carnes quemadas, me ahogan y voy a morirme aquí sofocado. Sácame
por favor de este infierno, donde esos hombre con cuchillos y
vestidos manchados de sangre, me parecen demonios
escapados de un antro.
-¡Niño...calla por
favor, que pueden oírte! Ven conmigo a la sala de los incensarios,
donde te haré ver muchas cosas hermosas que habrán de
gustarte.
Y el Levita se llevó
al niño al sitio indicado.
Jhasua estaba pálido y
un ligero temblor estremecía su cuerpo. Le
recostó en un estrado y le dio de beber vino con miel, lo cual le
reanimó pronto.
Dos sacerdotes Esenios
estaban ocultos y creyeron que la sala de los
incensarios estaba sola y salieron. Se
encontraron con Jhasua que esperaba quietecito el regreso del Levita
que le había conducido allí. Únicamente les dijo
que había huido de sus padres para no ver la degollación de
animales, espectáculo que le causaba espanto y horror.
Los dos sacerdotes se
le dieron a conocer, le hablaron de los Ancianos del tabor y del
Carmelo y por último le propusieron conducirle a buscar a sus
padres.
Myriam le buscaba con
gran ansiedad, hasta que llegando al atrio de los extranjeros, le
vieron pasar entre los dos Esenios que no les eran
desconocidos.
-¿Madre!...yo me quedo
aquí con estos hermanos de los Ancianos ? fue la primera palabra de
Jhasua al encontrarse con Myriam.
-Pero hijo mío ¿qué
has hecho? ¿Es esto lo que merezco de ti?
-No madre mía ?
murmuró abrazándola ? Tú mereces todo mi amor, pero el Padre
Celestial me llama a su servicio y yo quiero obedecer su voz como
obedeció Samuel.
-Hijito- le dijo el
sacerdote Eleazar -. Por ahora el Padre Celestial quiere que vayas
con tu madre, que también en el hogar está el Dios de los
Profetas.
-¿Entonces me
rechazáis? Preguntó Jhasua con voz temblorosa y próximo al
llanto.
-No hijo mío, pero
eres aún demasiado niño. Así te lo han dicho los
Ancianos del Tabor.
-¿Por qué te empeñas
en quedarte? ? le interrogó el otro sacerdote.
-El templo es la casa
de la oración a Jehová, y yo la veo como un degolladero de
animales. El Padre Celestial es piedad y amor, y
repudia el horror de esas matanzas. El quiere más
la pureza del corazón y el cumplimiento de su Ley, y no la
abundancia de ofrendas vivas con derramamiento de sangre.
-¿Qué pasa aquí? ?
dijo Joseph llegando al lado de Myriam.
-Que nuestro niño
quiere quedarse en el Templo como el Profeta Samuel.
-¿Y tu madre
Jhasua?...¿ella no es nadie para ti? ? interrogó con severidad el
padre.
-La ley dice ? amarás
al Señor Dios tuyo, sobre todas las cosas ? dijo dulcemente el niño
acercándose a su padre.
-También dice la Ley:
?Honrarás a tus padres todos los días de tu vida? ? contestó Joseph.
¡Vamos!.
Y tomando la mano de
Jhasua comenzó a andar.
El niño siguió en
silencio a sus padres, dando vuelta varias veces su cabeza y
agitando las manos que decían adioses tiernísimos a los dos ancianos
Sacerdotes, que desde el atrio del Templo le miraban
alejarse.
A medida que se
alejaban el niño parecía recobrar su alegría y serenidad.
Joseph, que aunque de
un exterior severo, amaba entrañablemente a aquel niño en quien
reconocía un ser superior, quiso suavizar la aspereza de aquellos
momentos.
-Hijo mío ? le dijo ?
todos los años podemos traerte, si tanto te place visitar el
Templo. Con tu poca edad ¿qué harías tú
allí?
-Les diría
la palabra de Jehová que no quiere más la matanza de animales
? contestó el niño ? sino la adoración del corazón puro y limpio,
como los ancianos de los Santuarios Esenios.
-¿Y quien eres tú
pobre niño mío, para venir a poner leyes en el Templo de Jerusalén?
¿No ves que serías tomado por un niño loco o poseído de los
demonios? ¿No ves cómo los Ancianos con toda su sabiduría y altos
poderes espirituales, se ocultan en el fondo de las rocas para no
exponer inútilmente sus vidas?
-Tenéis razón padre,
tenéis razón. Había dentro de mí como una ola
potente de horror y de enojo, con todo lo poco que he visto allí
abajo en las bóvedas de la casa de oración a Jehová, que quería
gritar a voces las infamias que allí se hacen. Corren a látigo a los
mendigos, ciegos y ancianos que vienen a pedir los sobrantes de las
ofrendas que luego venden a los mercaderes por detrás
del Templo y creyendo que nadie les
ve.
-¡Niño!...-dijo Myriam
espantada.
-Es cierto
madre -afirmó Jhosuelin -
También yo he visto a un mercader entregar un bolsillo
repleto de monedas a uno de los que hacían
matanza y después de haberse ya quitado las ropas manchadas de
sangre.
Es necesario no tocar
más este asunto ? dijo Joseph
SOBRE EL TEMPLO DE
JERUSALEN. (2ª parte del archivo)
DEL DIARIO QUE
ESCRIBIÓ JASUHA (A los 19 años)
Este Diario ocupa un
capítulo de Arpas Eternas y es interesantísimo, tanto que
próximamente el Diario del Maestro Jesús se
transcribirá entero. Hoy se copian las
referencias que en el mismo hace al Templo.
Al
siguiente día continuaba de este modo:
"Mi bueno
y querido Nicodemus me ha visitado en mi concentración
espiritual de esta noche.
"De su
mensaje mental extraigo este resumen: "Nuestra Escuela de Jerusalén
ha sido descubierta, porque un joven Levita ha caído víctima de
la sugestión que ejerce el deseo de grandeza en ciertos
seres.
"El
Consejo de Vigilancia del Sanhedrín, ha ofrecido grandes
prebendas en el Templo a todo Levita que dé aviso de sitios de
reuniones cabalistas, donde se hable de revisión de los Libros de
Moisés, o de la aparición del Mesías Libertador de
Israel.
"Nicolás
como dueño de casa ha sido llamado a responder al alto
Tribunal.
"Esperan
que saldrá bien en sus respuestas y que habrá benevolencia con
él, porque forma parte de ese tribunal, el tío de Gamaliel y un
amigo de José de Arimathea.
"? ¡Qué
oscuro enigma es el alma del hombre!... pienso mientras voy
anotando los mensajes mentales de los que me son queridos y me
aman.
"?Todo
Israel, desde el solio pontificio hasta el más infeliz leñador,
vibra en un anhelo conjunto por el Mesías Libertador, promesa de
siglos hecha a los hebreos por sus guías y
protectores.
"Y los
poderosos magnates sienten una inquieta alarma cuando en medio del
pueblo se forman agrupaciones preparatorias para la llegada del
Mesías. ¿Por qué?... ¿qué temen?
"Todo el
bien que él traiga como Hijo de Dios, como Enviado Divino, será
común para todos. Será como la llegada del hijo del Rey, que le
envía a su pueblo para aliviar sus fatigas y cansancios, y
brindarle con el festín eterno del amor. ¿Cabe aquí el temor,
la alarma, la inquietud?
"Deshojando como
flores mentales estas reflexiones, voy caminando hacia atrás en
el panorama de mis recuerdos, como si desandará un camino que hice a
mis 12 años. Vi a Jerusalén. Vi el templo desde los pórticos hasta
lo más apartado de los fosos, hasta la puertecilla de escape, y el
portalón de los carros y de las bestias.
"El
Templo de Jehová era un mercado y un degolladero. La sangre de las
bestias inmoladas corría por un acueducto de mármol labrado en el
pavimento, desde el altar de los sacrificios hasta el pozo blanco de
donde la extraían con cántaros para condimentar manjares que
deleitan en los festines de los magnates.
"En los
patios interiores, cuadras, caballerizas y hasta entre los árboles,
los traficantes y mercaderes, con ropas ensangrentadas y manos
inmundas, se arrebatan las carnes aún calientes, la grasa, las
vísceras humeantes, y entregan bolsas de plata y oro a los agentes
sacerdotales encargados de tan lucrativo comercio.
"¿No será
esta abominación inmunda, esta sacrílega profanación de la Casa de
Dios, lo que engendra inquietud á los príncipes del clero, cuando el
pensamiento del Mesías cruza como un meteoro por el horizonte
nebuloso de su raciocinio?
"¿No
vendrá el Mesías con los poderes de Moisés, y azotará de múltiples
maneras a los dirigentes de Israel, como al Faraón egipcio por la
dureza de su corazón?
"¿No
acabará con la inicua matanza de bestias como símbolo de una fe
sangrienta, nutrida y alimentada con el horrendo suplicio de
inocentes animales?
"Me
parece que todos estos interrogantes golpean en las mentes
sacerdotales y pontificiales, y de ahí la inquietud y alarma
cuando se comenta que el Mesías ha llegado para poner todo en
su debido lugar".
Más
adelante estaba escrito en' la carpeta de Jhasua:
"Hoy
llegaron al Santuario los Terapeutas que peregrinaban por el Sur.
Vienen desde el Santuario del Monte Quarantana, trayendo un
cargamento de epístolas que me dedican los amigos de aquellas
regiones. ¡Tan amorosas, tan tiernas, tan llenas de nobleza,
que he dejado caer mi llanto sobre ellas!
"Jacobo y
Bartolomé, los muchachos de la cabaña de Andrés, porteros del
Santuario, la madre Bethsabé enamorada de sus nietecillos para,
quienes me pide muchos besos por el aire; mis tíos Elcana y Sara de
Bethlehen donde nací, mis primeros amigos de recién nacido, Alfeo,
Josías y Eleazar que me relatan las mil encrucijadas de sus vidas
laboriosas y justas, la tía Lía de Jerusalén temerosa por sus
hijas casadas con José de Arimathea y Nicodemus, pertenecientes
a la Escuela Secreta de la Cabala, recientemente descubierta por el
Sanhedrín.
"¡Oh
Padre mío que estás en tus cielos infinitos, y que ves la
zozobra de tus hijos indefensos, y débiles ante la prepotencia
de los poderosos!
"¿Necesitas acaso de
que yo te lo pida para remediarles? Tú lo sabes, lo ves y lo sientes
todo, porque todos somos como las hebras del cabello de tu cabellera
de luz que todo lo penetra y lo envuelve!
Arpas
Eternas (9 vols) es un Libro Revelado. Para la Humanidad
probablemente sea el más importante del Siglo XX, o de un espacio de
tiempo aun mayor, si a Libros Revelados nos referimos. Fue
recibido por Josefa Rosalía Luque Álvarez que en conexión con los
Archivos Akhásicos canalizó información de las entidades Sisedón de
Trohade (Kobda de unos 9000 años antes del nacimiento de
Jesús) e Hilarión de Monte Nebo (Esenio de unos 1500 años antes de
Jesús), y fueron editados unos 20 años antes de lo publicado sobre
los Manuscritos de Qumram. (del Mar Muerto)
El contenido de
Arpas Eternas y lo esencial de lo publicado de los Manuscritos de
Qumran es coincidente, pero Arpas Eternas es mucho más rico en
detalles y datos.
Recordemos que en
el año 325 d.J se celebra el Concilio de Nicea y en el mismo deciden
e imponen los escritos que van a ser divulgados a través de lo
que llamaron evangelios. Son exclusivamente los de Marcos, Mateo,
Lucas y Juan con epístolas de Pablo. Los escritos de los otros
discípulos y discípulas de Jesús de Nazareth (fueron 24: 12 mujeres
y 12 hombres, por lo tanto 20 más) los censuraron en Nicea y fueron
ocultados para los evangelios y para tiempos posteriores.
También podemos encontrar información similar (pero están
incompletos) en los llamados Evangelios
Apócrifos.
Como
es del Maestro Jesús la frase LA VERDAD OS HARÁ LIBRES
y vivimos momentos de TOMAR CONSCIENCIA, es mi intención ir
copiando y difundiendo trozos de esta gran obra.